En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, aquí estoy con el poder del Señor Dios omnipotente para atar a Satanás y a todos sus espíritus malignos, fuerzas demoníacas, poderes demoníacos, principados y a todos los reyes y príncipes del terror, provenientes del aire, el agua, el fuego, la tierra, el mundo de las tinieblas y todas las fuerzas malignas de la naturaleza.
Asumo autoridad sobre todas las obras y funciones demoníacas destructoras enviadas contra mí y las desenmascaro como enemigos debilitados y vencidos por Jesucristo. Aquí estoy con el poder del Señor Dios Omnipotente para atar juntos a todos los enemigos de Cristo presentes, todos los entes demoníacos bajo su única y más alta autoridad; y ordeno a estos espíritus que se vayan al abismo para nunca más regresar.
Me pongo en pie hoy con el poder del Señor Dios Omnipotente para llamar a las huestes celestiales, a los santos ángeles de Dios, para que rodeen, protejan y limpien con la luz santa de Dios todas las áreas que hayan sido desocupadas por las fuerzas del mal. Pido al Espíritu Santo que inunde mi mente, corazón, cuerpo, alma y espíritu —creando así en mí hambre y sed de la Palabra sagrada de Dios— y me llene con la vida y el amor de mi Señor, Jesucristo.
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