Oracion de proteccion contra brujeria

En el nombre de Jesucristo de Nazaret, me acojo a la preciosa sangre incorruptible de Jesús sobre mí y mi familia y todo lo que nos pertenece. Pido que los grandes ángeles guerreros sean librados del Cielo para rodearnos y protegernos. En tu poderoso mazo de guerra me convierto, y destruyo todos los muros de protección alrededor de todas las brujas, brujos, hechiceros, satanistas, y similares, y rompo el poder de todas sus maldiciones, maleficios, hechizos, amuletos, fetiches, oraciones físicas, pensamientos, toda brujería, hechicería, magia, vudú, todo control mental, hechizos, pociones, encantamientos, muerte, destrucción, enfermedad, dolor, tormento, de poder físico, de guerra física, cadenas de oración, y todo aquello que se cruza en mi camino o el camino de mi familia, y lo devuelvo todo, junto con sus demonios, a quien los envía. Ahora, siete veces más fuerte, y se los transmito por la sangre de Jesucristo!

Padre, te pido que estas almas perdidas encuentren la luz de tu hijo Jesús. Sus propias trampas se han establecido contra sí mismos. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ahora los libero de todo control mental de Satanás. Padre, te pido que unas sus corazones al Espíritu Santo como una guía a tu hijo Jesús. Y así puedan ser liberados de las ataduras de Satanás.

En nombre de Jesús oro.
Amén

Alma de Cristo

Alma de Cristo, santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!, óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de ti. Del maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.

Eliminar las influencias demoníacas

Por el poder del Señor Jesucristo de Nazaret, me enfrento a todas las fuentes de pecado en mi vida. Te pido, Señor Jesús, que envíes una guarnición de ángeles guerreros para derribar y destruir todo ente demoníaco que haya estado influenciando mis comportamientos pecaminosos de envidia, crítica, impaciencia, resentimiento, orgullo, rebelión, terquedad, falta de perdón, chisme, desobediencia, conflicto, violencia, divorcio, acusaciones, ira, manipulación, celos, avaricia, pereza, venganza, codicia, posesividad, control, represalia, egoísmo, engaño, deshonestidad, falta de fe, seducción, lujuria, pornografía, masturbación, idolatría y brujería.

Que tus ángeles guerreros derriben y destruyan toda influencia demoníaca que hayan contribuido a mis dolencias físicas y psicológicas de trastornos nerviosos, trastornos pulmonares, trastornos o disfunciones cerebrales, Sida, cáncer, hipocondría, hiperactividad, depresión, esquizofrenia, fatiga, anorexia, bulimia, adicciones, gula, perfeccionismo, alcoholismo, autoabuso, adicciones sexuales, perversiones sexuales, intentos de suicidio, incesto, pedofilia, lesbianismo, homosexualidad, adulterio, homofobia, confusión, ignorancia, desidia, odio a mí mismo, aislamiento, soledad, ostracismo, paranoia, nerviosismo, pasividad, indecisión, duda, opresión, rechazo, pobre imagen de mí mismo, ansiedad, vergüenza, timidez y miedo.

Me pongo en pie hoy mismo por el poder del Señor Jesucristo y ruego ser colmado por los dones del Espíritu Santo, de paz, paciencia, amor, gozo, bondad, generosidad, fidelidad, gentileza, autocontrol, humildad, perdón, bondad, fortaleza, disciplina, verdad, renunciamiento, buena imagen de mí mismo, prosperidad, caridad, obediencia, mente sana, orden, plenitud en Cristo, aceptación de mí mismo, aceptación de otros, confianza, libertad de adicciones, libertad de querer controlar, libertad de estar avergonzado, integridad, bienestar, salud, sabiduría, conocimiento, entendimiento y la luz y vida del Señor Jesucristo. Amén.

Atar a los espíritus malignos

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, aquí estoy con el poder del Señor Dios omnipotente para atar a Satanás y a todos sus espíritus malignos, fuerzas demoníacas, poderes demoníacos, principados y a todos los reyes y príncipes del terror, provenientes del aire, el agua, el fuego, la tierra, el mundo de las tinieblas y todas las fuerzas malignas de la naturaleza.

Asumo autoridad sobre todas las obras y funciones demoníacas destructoras enviadas contra mí y las desenmascaro como enemigos debilitados y vencidos por Jesucristo. Aquí estoy con el poder del Señor Dios Omnipotente para atar juntos a todos los enemigos de Cristo presentes, todos los entes demoníacos bajo su única y más alta autoridad; y ordeno a estos espíritus que se vayan al abismo para nunca más regresar. 

Me pongo en pie hoy con el poder del Señor Dios Omnipotente para llamar a las huestes celestiales, a los santos ángeles de Dios, para que rodeen, protejan y limpien con la luz santa de Dios todas las áreas que hayan sido desocupadas por las fuerzas del mal. Pido al Espíritu Santo que inunde mi mente, corazón, cuerpo, alma y espíritu —creando así en mí hambre y sed de la Palabra sagrada de Dios— y me llene con la vida y el amor de mi Señor, Jesucristo.

Oración para la protección espiritual

Amado Señor Jesús, por favor perdóname por todas las veces que no me he sometido a tu voluntad en mi vida. Perdóname, por favor, por todas mis obras pecaminosas, mis acuerdos con el enemigo y por haber creído las mentiras del diablo. Ahora me someto a ti como mi Señor, amado Jesús. Ahora rompo todo acuerdo que haya hecho con el enemigo.

Señor Jesús, por favor haz que tus ángeles guerreros alejen y aten en el abismo a todos los demonios y sus artificios que tuvieron acceso a mí porque creí sus mentiras. Ahora te pido que levantes una barrera de protección a mi alrededor, sobre mí y debajo de mí, y la selles con tu sangre, Señor Jesucristo.

Elijo ahora ponerme la armadura de Dios completa y te pido que limpies y selles mi cuerpo, mente, alma y espíritu con tu sangre, Señor Jesucristo. Por favor, haz que tus ángeles guerreros aten y alejen a todos los demonios, sus artificios y todo su poder desde adentro de esta barrera protectora y sean enviados al abismo.

Por favor, haz que tus guerreros destruyan toda maquinación demoníaca, oculta o de brujería dirigida contra mí, incluyendo todas sus reservas y refuerzos. Señor Jesucristo, haz, por favor, que tus guerreros saquen de mi camino toda influencia maligna y la devuelvan a su origen y quede sellada ahí con tu sangre. Por favor, haz que tus ángeles monten guardia sobre mí y me protejan de todos los ataques del enemigo. Amén.

Oración en contra de los maleficios

Dios, Señor nuestro, Rey de todos los tiempos, Grande y Todopoderoso, tú que lo creaste todo y que lo transformas todo simplemente por tu voluntad; tú que cambiaste en rocío las llamas del horno que había sido calentado siete veces más y protegiste y salvaste a tus tres santos hijos.

Tú eres el doctor y médico de nuestras almas. Tú eres la salvación de los que se vuelven a ti. Te suplico que anules, destruyas y apartes de mí todo poder y presencia diabólicas; cada influencia del mal, maleficio o mal de ojo y todas las malas acciones dirigidas hacia mí.

Donde haya envidia y malicia, dame abundancia de bondad, paciencia, victoria y caridad. Oh Señor, tú que amas al hombre, te ruego que extiendas tus poderosas manos y tu grandísimo y poderoso brazo, y vengas en mi ayuda.

Envía tu ángel de paz sobre mí, para proteger mi cuerpo y mi alma. Que él pueda mantener alejado y vencido a todo el poder del maligno y cada palabra venenosa o maliciosa invocada en mi contra por personas corruptas y envidiosas.

Entonces, bajo la protección de tu autoridad, podré con gratitud cantar: “El Señor es mi salvación; ¿a quién temeré?”. No temeré mal alguno porque tú estás conmigo, mi Dios, mi fortaleza, mi poderoso Señor, Señor de la Paz, Padre de todos los tiempos. Amén.

Liberación habitual

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, por el poder de la cruz, su sangre y su resurrección, ato a Satanás, a las huestes de espíritus y los poderes de las tinieblas y del infierno, y a las fuerzas malignas de la naturaleza.

Tomo autoridad sobre todas las maldiciones, hechizos, actividad demoniaca y maleficios dirigidos contra mí, mis relaciones, mis esfuerzos, mis finanzas y el trabajo de mis manos; y los rompo por el poder y la autoridad del Señor Jesucristo resucitado. Me afirmo en el poder del Señor Dios Todopoderoso para atar toda interacción demoníaca, influencia y comunicación de los espíritus enviados contra mí; y los envío directamente a Jesucristo para que disponga de ellos según su voluntad.

Pido perdón y renuncio a todo voto negativo que haya hecho con el enemigo, y pido que Jesucristo me libere de ellos y de cualquier atadura que hayan puesto sobre mí. Proclamo la sangre derramada de Jesucristo, el Hijo del Dios viviente, sobre cada aspecto de mi vida, para mi protección. Amén.

Coraza de San Patricio

Me armo hoy con el poder de la Santísima Trinidad, en la unidad de Dios, Creador del Universo. Me armo hoy con el Bautismo de Cristo, su crucifixión y resurrección, su ascensión y gloriosa segunda venida.

Me armo hoy con la dirección de Dios para guiarme; el poder de Dios para sostenerme; la sabiduría de Dios para instruirme; la palabra de Dios para darme voz; el escudo de Dios para protegerme; el ejército de Dios para defenderme, contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra todos aquéllos que conspiren contra mí.

Invoco hoy a todas esas virtudes contra cada poder hostil y despiadado que me ataque, contra los hechizos de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de la herejía, contra los engaños de la idolatría, contra cada artificio y conjuro que ata el alma al mal.

Cristo, protégeme hoy de todo veneno, quema, ahogamiento y herida fatal. Cristo esté conmigo, Cristo esté detrás de mí, Cristo esté en mí, Cristo esté a mi lado; Cristo para ganar, Cristo para consolarme y restaurarme, Cristo para estar donde el peligro amenace; Cristo esté en el corazón de quienes me rodean, para siempre.

Oración en contra de todo mal

Espíritu de nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad, desciende sobre mí. Por favor, purifícame, moldéame, lléname de ti y haz uso de mí. Aleja de mí toda fuerza maligna, destrúyela y véncela para que pueda estar sano y capacitado para hacer buenas obras.

Expulsa de mí todas las maldiciones, encantamientos, hechizos, brujerías, magia negra, trabajos demoníacos, maleficios y mal de ojo, infestaciones diabólicas, opresiones, posesiones; todo lo que es malo y pecaminoso; celos; traición; envidia; y enfermedades físicas, psicológicas, morales, espirituales y diabólicas; así como todos los espíritus tentadores, sordos, mudos, ciegos y durmientes; los espíritus de la nueva era; los espíritus ocultos; los espíritus religiosos; los espíritus del anticristo; y todos los demás espíritus de muerte y oscuridad.

Por el poder de Dios Todopoderoso, y en el nombre de Jesucristo nuestro Salvador, ordeno y exijo a todos los poderes que me acosan dejarme para siempre y ser confinados al lago de fuego eterno, que nunca más lleguen a tocarme a mí ni a ninguna otra criatura en todo el mundo. Amén.

Oración para romper maldiciones

En el nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, y por el poder de su cruz, sangre y resurrección, asumo autoridad sobre todas las maldiciones, maleficios, hechizos, prácticas de vudú, brujerías, rituales satánicos, encantamientos y malos deseos dirigidos contra mí o que han sido transmitidos por la línea directa de mis antepasados. Por el poder de Jesucristo, el Señor resucitado, rompo toda influencia que estas maldiciones tengan sobre mi vida y les ordeno que regresen a sus fuentes de origen y sean substituidas por una bendición.

Pido perdón y renuncio a todos los votos y acuerdos negativos personales que haya hecho con el enemigo y te ruego, Señor Jesucristo, que me libres de cualquier cautiverio al cual me hayan tenido sometido. Reclamo que la sangre que derramaste bañe todos los aspectos de mi vida, mis relaciones, mis obras ministeriales y mis finanzas. Te doy gracias por tu amor imperecedero, tu protección angelical y por la plenitud de tus abundantes bendiciones.